Cacaolat - Santa Coloma de Gramenet, Barcelona

Anton N.

Fui a la visita guiada de la fábrica. Cacaolat en si me gusta y por ello quería ir a la visita que nos ha costado conseguir las entradas para el sábado.
Lo que me gustó de visita, es que dos resinas que eran las guías, sobre todo la chica sabían mucho sobre Cacaolat y los procesos.
Lo que no me gustó:
1. No está señalizado donde hay que entrar y estuvimos dando vueltas y al final nos paramos en la entrada del parking, que nos pareció lo más lógico, pero todo estaba cerrado y no había nada señalizado, que aquí se hacen las visitas.
2. La primera parte de la visita es estar casi 1 hora en un pasillo que te explican de dónde viene la leche y cómo son las vacas. Después de donde viene el cacao y cómo es. Y luego ya como se junta a la fábrica. Pero casi nada de los procesos de elaboración del Cacaolat, cosas bastante genéricas 2/3 que se explican en visitas de granjas que hacen queso por ejemplo. No hay sitio para sentarse durante este tiempo. Si fuera rápido quizás si, pero casi una hora mirando pared en el pasillo, no se los niños pero a mi no me ha gustado.
3. Siguiente fase es ver un vídeo de historia del Cacaolat en catalán, teniendo más de la mitad de visitantes que no lo hablaban, bueno, se puede más o menos entender, peor siendo un vídeo pre grabado y haciendo visitas a todo el mundo quizás podría estar por lo menos subtitulado en castellano, si vendes producto en caso 40 países, incluso podría ser en inglés. El vídeo no está mal para entender la historia parcial de la empresa Cacaolat, pero le faltan datos, no tiene claro ni cómo aparece el logo del Pepi. Pero bueno, del todo era casi la mejor parte.
4. Después hay una visita por un pasillo en la parte superior de la parte de fábrica que se dedica a embotellar el líquido del Cacaolat y de la leche letona. La vista es desde arriba con pequeño ángulo de inclinación, se explica el proceso, pero se ve poco, las máquinas se ven casi todas paradas y desde arriba. Si vamos a visitar fábrica, lo interesante sería ver cómo son los procesos y ver los bien. Casi no vimos nada, solo rotación de botellas y un poco coso se inflan las botellas. Aún que parece que se ve buena parte de máquinas, todo está parado y no funciona, así que tampoco se entiende como deberían funcionar, al salir de esta zona me queda casi igual que al entrar, el único descubrimiento interesante es como se hacen las botellas de plástico.
5. Al volver a la sala de vídeos, teníamos que ver los anuncios, lo que casi no funcionó por fallo del proyector. Estaría bien tener un par por si uno falla o tener una pantalla grande, digamos si es una parte de visita, poder salvar la situación. Como no funcionaba bien, pues no vimos casi nada, poco a valorar.
6. Al final de visita hay una mesa de degustación de algunos productos de Cacaolat. Está bien, yo creo que es bastante necesario que puedes probar los productos, igual que en los viñedos que puedes probar después y hacer la cata de cava/vino. Aquí lo que creo que faltaría es añadir una tienda de merchandising, para que los padres e niños pueden comprar cosas de Cacaolat. Por ejemplo las bebidas, ya que están allí, también camisetas o tazas, al final camisetas es una publicidad de la marca y el recuerdo para las personas.
En general no está mal y la idea está bien, pero hay cosas a mejorar y sobretodo visitar más la fábrica y ver los procesos, reduciendo tiempo en el pasillo y paredes.

Bea A.

Hemos hecho la visita guiada y la verdad que nos ha sorprendido bastante, para bien. La guía, Andrea, lo ha explicado muy bien y hemos aprendido muchas cosas y curiosidades de la marca Cacaolat. Al final de la visita hacen una degustación y te dan una bolsa con cositas. Me ha gustado mucho la experiencia, sin duda, no me importaría volver a repetir. Por poner una pega, pondría algún rincón para vender artículos de la marca, sudadera, mochilas, llaveros,...

Montse G.

Es una pena que Cacaolat, con tantos años no conserve su receta original. Ahora ya no es como antes, a veces tiene sabor a leche agria. Creo que manteniendo la etiqueta donde pone "Original" deberían cumplir, porque es una forma de decepcionar a los clientes, como si no fuéramos a notar que lleva mucho más azúcar, menos cantidad de cacao y además es mucho más líquido que el anterior que era más denso.
Creo que hasta que no tengan con quien competir a los clientes no nos harán mucho caso.

Gema F. L.

Los batidos son muy ricos, pero supongo que eso es cuestión de gustos. Pero lo increíble es la atención al cliente, inmejorable. Compré un producto, estaba en mal estado y enseguida lo solucionaron.

Javier G.

La visita a la fábrica de Cacaolat es una experiencia interesante y dinámica, especialmente recomendable para hacer en familia con niños. Ofrecen un recorrido bien organizado que mantiene la atención de los más pequeños mientras se aprende sobre el proceso de elaboración de sus productos.
El precio es asequible y adecuado para la experiencia que ofrecen. Sin embargo, al final de la visita entregan una bolsita con algunos productos, la cual nos pareció un poco escasa, especialmente considerando la calidad del resto de la actividad.
En general, es una actividad entretenida y educativa que merece la pena, aunque mejorar el detalle final con los productos sería un buen toque.

Marta P.

Holaa , yo soy una gran cosumidora me bebo uno cada dia para almorzar, pero tengo q decir q esta semana compré un pak ahorro de 8 y me han sabido todos bastante raro el sabor ,no lo entiendo no esta cortada la leche pero es muy parecido el sabor...

Artnuski _.

Si no lo has probado, deberías, el Cacaolat está buenísimo. Fuimos un grupo grande y nos hicieron un tour, más las explicaciones con la información de todo lo referente a la marca. Las instalaciones muy limpias y ordenadas. El guia fue muy atento y explica muy bien y al final nos regalaron unos detallitos.

Adriana

Hola buenos dias,

Fui con mi colegio a visitar la fábrica de Cacaolat. Estuvo lloviendo horriblemente con truenos y relámpagos. Los profesores llamaron al timbre y les dijieron: “ahora le aviso a mi compañera”. Nos tuvieron una hora esperando fuera sin compasión ninguna. Éramos un grupo de más de 50 persona en la entrada.

Me parece una falta de respeto total para unos alumnos que tenían muchas ganas de aprender y conocer todo el proceso productivo.